lunes, 27 de mayo de 2013

Se impuso a pesar de la polémica


El triunfo de Omar Narváez (39-1-2, 20 K.O) sobre el mexicano Felipe Orucuta (27-2-0, 23 K.O) por fallo dividido representó la séptima defensa del chubutense de su cetro mundial supermosca de la OMB. El Luna Park vivió una nueva exhibición boxística del "Huracán", quien, al humilde criterio de este periodista, venció con claridad. No obstante, algunos sectores de la prensa especializada nacional tuvieron una visión diferente respecto a las tarjetas finales.
"El Gallito" Orucuta representó una verdadera amenaza. Su juventud, mayor estatura, alcance de brazos y peso (posiblemente subió al cuadrilátero entre tres y cinco kilos por encima del argentino), implicaron un desafío complejo para Narváez. En un combate parejo y más allá de sus imprecisiones, el azteca jamás renunció a su vocación ofensiva; lanzó golpes de todas las variedades y ángulos posibles y obligó a que "El Huracán" desplegara todo su repertorio defensivo, logrando, sin embargo, acertar en más de una ocasión sus potentes impactos.
A diferencia de presentaciones anteriores, el chubutense no logró lucir en el segundo tramo de la contienda, donde usualmente por su experiencia y técnica termina dominando a su rival. En esta ocasión debió trabajar de manera constante durante las doce vueltas para imponerse ante un hombre que demostró tener con qué alcanzar una corona universal.
Podría decirse que el arma fundamental con la que Narváez logró marcar diferencias fue la contra de izquierda. Haciendo gala de sus siempre pulidas aptitudes defensivas, encontró a lo largo de casi toda la velada la manera de conectar con su mano de poder sobre el rostro de Orucuta cada vez que éste avanzaba; así como también demostró la fortaleza necesaria para absorber el castigo de un púgil que contaba con 23 definiciones categóricas sobre 27 victorias.
Dos de las tarjetas vieron ganar al "Huracán" por 115-113, mientras que la tercera marcó un insólito 110-118 para el mexicano (insólito desde el punto de vista de la diferencia numérica). 
La polémica decisión puede radicar en que Orucuta no dejó de atacar en toda la noche y llegó en varias ocasiones sobre Narváez. Sin embargo, al entender de quien escribe, fue el argentino quien conectó con mayor justeza, dominó durante más tiempo el ring y logró protegerse de mejor forma.
"Le gané al más peligroso, soporté el castigo e hice una pelea inteligente. Son años de experiencia y trayectoria", sentenció el patagónico, quien confirmó lo que muchas veces desde este espacio se anunció: que puede salir victorioso ante adversarios de alta jerarquía.

OTRAS PELEAS DE LA NOCHE

-Marcos Ahumada  (10-1-0, 6 K.O) KO4 Alejandro Valori (12-4-0, 9 K.O): El hombre de San Luis tuvo su ansiada revancha, ya que hacía tan sólo dos meses había perdido su invicto ante Valori, quien lo había despachado por la vía rápida. En esta ocasión Ahumada fue agresivo y contundente y terminó noqueando a su rival con un certero golpe al hígado. Pulgar arriba para "El Flaco", quien quiere crecer entre los cruceros.

-Brian Castaño (4-0-0, 3 K.O) KOT2 César Vélez (12-4-1, 5 K.O): La joven promesa de Isidro Casanova demostró rápido que quiere ser alguien dentro del boxeo. Enfrentó a un rival que desde el inicio salió a embestirlo y no darle espacios para pensar sus descargas. A pesar de sufrir un corte sobre su ceja, Brian no se amilanó y envió a la lona de manera contundente a Vélez, quien se levantó tambaleante y no pudo continuar. Hay que ser prudentes, Castaño  tiene aptitudes, aunque por momentos le guste fajarse demasiado.

-César Cuenca (45-0-0, 2 K.O) DU Gustavo Bermúdez (16-10-2, 6 K.O): Que Cuenca enfrentara a un púgil de segunda o tercera línea nacional no era novedad, es por eso que ante Bermúdez el triunfo era prácticamente un hecho. El desafío para el chaqueño pasaba por vencer de manera contundente ante la presencia del puertorriqueño Francisco Varcárcel (presidente de la OMB), para poder soñar con una chance mundialista. Sin embargo, el boxeo fino pero ultra defensivo de Cuenca, no sólo no brilló, sino que terminó recibiendo el repudio generalizado de un Luna Park que desde el segundo tramo del combate no hizo más que silbar. En el récord dirá victoria, pero pareció ser una dura derrota para la proyección de su carrera.
Como siempre desde este espacio se expresó, el chaqueño cuenta con aptitudes técnicas para estar hace rato peleando, cuanto menos, ante adversarios de mayor fuste a nivel internacional. No obstante, aparentemente el oriundo de Tres Isletas no tiene ese objetivo. Ya con 32 años jamás dio el salto de calidad, en contadas ocasiones enfrentó púgiles con buena pegada (probablemente tan sólo el boricua Alex De Jesús y su compatriota Claudio Olmedo) y cuando tuvo que lucir ante un nivel de oposición discreto, optó por ser mezquino y garantizar el triunfo.
En definitiva, Cuenca no pudo lograr con sus puños lo que con su boca hace tiempo expresa: la posibilidad de combatir por un cetro universal.

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