Sergio Gabriel Martínez derrotó por nocaut ténico en el octavo asalto al ucraniano Serghiy Dzinziruk y se consagró campeón diamante CMB de la categoría mediano. De esta manera, el oriundo de Quilmes mantiene vivo su anhelo de convertirse en el mejor libra por libra del mundo.
La previa del combate, celebrado en Connecticut, era verdaderamente atrapante. El argentino venía de consagrarse campeón mediano de la CMB tras propinarle el nocaut del año 2010 al estadounidense Paul Williams (luego perdería el título "en el escritorio"), mientras que Dzinziruk era invicto en 37 peleas y había defendido en seis oportunidades su título superwelter de la OMB. Se auguraba un encuentro parejo.
Sin embargo, estas especulaciones carecerían de fundamento ante la superioridad del quilmeño, quien desde el campanazo inicial dio cuenta de un boxeo de alto vuelo. Rápido de piernas y de manos, pegando y saliendo constantemente marcó el rumbo de un duelo "monopólico", en el que el europeo jamás pudo hallar a "Maravilla".
El trabajo de demolición de Martínez comenzó a materializarse en el cuarto y quinto asalto, cuando envió a la lona a su rival una vez en cada episodio. La luz amarilla se encendió cuando Dzinziruk, abatido y aparentemente poco peligroso hasta entonces, logró en el séptimo round cortar el párpado izquierdo del argentino, quien al llegar a su esquina manifestó tener poca visión tras el impacto.
Sin embargo, habiendo cambiado de aire y comprendido la situación, Martínez salió decidido a finalizar la cuestión en el octavo asalto, y así lo hizo. Derribó en tres ocasiones al ucraniano, la primera de ellas a través de un swing de izquierda similar a aquel con el cual venció a Williams el noviembre último, y se quedó con el triunfo.
Con esta victoria "Maravilla" extiende su record a 47 triunfos (26 K.O), 2 derrotas y 2 empates y mantiene bien alto su anhelo de desafiar al filipino Manny Pacquiao o al estadounidense Floyd Mayweather Jr., de cara a convertirse en el mejor libra por libra del mundo.
La previa del combate, celebrado en Connecticut, era verdaderamente atrapante. El argentino venía de consagrarse campeón mediano de la CMB tras propinarle el nocaut del año 2010 al estadounidense Paul Williams (luego perdería el título "en el escritorio"), mientras que Dzinziruk era invicto en 37 peleas y había defendido en seis oportunidades su título superwelter de la OMB. Se auguraba un encuentro parejo.
Sin embargo, estas especulaciones carecerían de fundamento ante la superioridad del quilmeño, quien desde el campanazo inicial dio cuenta de un boxeo de alto vuelo. Rápido de piernas y de manos, pegando y saliendo constantemente marcó el rumbo de un duelo "monopólico", en el que el europeo jamás pudo hallar a "Maravilla".
El trabajo de demolición de Martínez comenzó a materializarse en el cuarto y quinto asalto, cuando envió a la lona a su rival una vez en cada episodio. La luz amarilla se encendió cuando Dzinziruk, abatido y aparentemente poco peligroso hasta entonces, logró en el séptimo round cortar el párpado izquierdo del argentino, quien al llegar a su esquina manifestó tener poca visión tras el impacto.
Sin embargo, habiendo cambiado de aire y comprendido la situación, Martínez salió decidido a finalizar la cuestión en el octavo asalto, y así lo hizo. Derribó en tres ocasiones al ucraniano, la primera de ellas a través de un swing de izquierda similar a aquel con el cual venció a Williams el noviembre último, y se quedó con el triunfo.
Con esta victoria "Maravilla" extiende su record a 47 triunfos (26 K.O), 2 derrotas y 2 empates y mantiene bien alto su anhelo de desafiar al filipino Manny Pacquiao o al estadounidense Floyd Mayweather Jr., de cara a convertirse en el mejor libra por libra del mundo.
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